martes, 28 de mayo de 2013

LOS NUEVOS EMIGRANTES ESCOLARES DEL SUR



Cuando hablamos de emigración, siempre pensamos en aquellas personas que han tenido que dejar su región de origen en la búsqueda de mejores condiciones de vida, ya sea por motivos económicos, sociales, políticos, etc.

Este año, en el barrio de Rosales del Canal, al sur de la ciudad de Zaragoza, 37 niños de tres años, se van a convertir en emigrantes escolares, porque, al no disponer en su barrio de los equipamientos necesarios para poder ir al colegio, se les va a obligar a desplazarse diariamente a más de 5 Km de sus casas, con el único fin de conseguir una plaza escolar. 


Esta situación, pero a mayor escala, se repetirá en los próximos años si no se pone remedio, provocando que centenares de niños del sur de la ciudad, emigren  hacia zonas consolidadas y más desarrolladas, en cuanto a colegios se refiere, día a día en la búsqueda de una plaza escolar.

Como es por todos sabido, esta etapa es muy importante en la vida de los niños, ya que, comienza a construirse una red de relaciones interpersonales y vínculos afectivos que serán muy decisivas durante su desarrollo. Por esto, consideramos muy importante que el niño, tenga por lo menos la oportunidad, de poder hacerlo en su entorno más cercano, en su BARRIO. Pues a  estas familias de Rosales,  se les ha negado esta oportunidad. Se les ha impuesto un colegio situado muy lejos de su entorno y en algunos casos muy alejados de la propia realidad social, económica y cultural en la que viven diariamente.

Desde luego, cuando un emigrante abandona su hogar, lo hace porque quiere, ya que, nadie le obliga, literalmente hablando. Pero no es menos cierto que cubrir unas necesidades básicas es razón suficiente, para tomar esta decisión.

Así se sienten los padres de estos niños. Obligados a ordenar unos colegios por orden de preferencia, que en condiciones normales nunca hubieran pensado. Lo normal o lo más habitual en una ciudad española como Zaragoza, es disponer de varios colegios cercanos donde poder escolarizar a todos los niños de su área de influencia. Esto no sucede al sur de la ciudad, área de expansión urbanística, con población joven y unos índices de natalidad por encima de la media. Esta circunstancia, unida a la escasez de equipamientos educativos en la zona, hace que las familias piensen, como mal menor,  en mandar a sus hijos a otros barrios muy alejados, al no disponer de opciones reales para la escolarización de los mismos, y entender que ésta es una necesidad básica que los niños deben tener cubierta.

Esta decisión  va a provocar que muchas familias tengan que sacar del presupuesto familiar una cantidad media de unos 200€/mes para poder llevar a sus hijos a un colegio público, al tener que costearse de forma obligada el transporte y el comedor escolar. Dependiendo de las circunstancias de cada familia, esto puede suponer un auténtico ejercicio de arquitectura económica pudiendo llegar, en el peor de los casos, a suponer una verdadera exclusión social o la NO ESCOLARIZACIÓN del niño.



Precisamente, hablemos de los verdaderos protagonistas, los emigrantes escolares…esos niños de 3 años, ajenos a toda problemática, inocentes y nada responsables de esta situación que se les va a obligar a tener que ir a un colegio fuera de su barrio, a tener que perder dos horas diarias en desplazamientos y a estar lejos de sus casas más de diez horas al día. ¿Qué culpa tienen estos niños para que se les  robe de su tiempo vital tantas horas diarias? Si sumamos todo este tiempo, hablamos de 600h al año que estos niños pierden en relación con otros de su mismo entorno, que sí tuvieron suerte en su día al obtener una plaza en el colegio del barrio por un sorteo cruel. 600h que estos niños no pasan con sus amigos, que no juegan en el parque, que no están con sus familias, que no pueden aprovechar para descansar, para estudiar,…en definitiva, para “malgastarlo” en lo que quieran.

La actuación para que esta circunstancia se normalice, y estos niños no se conviertan en emigrantes escolares, pasa por un acto de voluntad:

  • Viendo los datos reales y objetivos, se necesitan varios colegios en toda la zona para los próximos años, por tanto, si existe el compromiso firme para destinar una cantidad de dinero para este fin, los niños que ahora se ven obligados a marcharse del barrio, podrían quedarse de forma provisional en las infraestructuras existentes, hasta la construcción de este nuevo centro.

Por tanto, conociendo el problema y la solución…. ¿por qué no actuamos en consecuencia?

Por favor….no convirtamos a los niños en victimas de algo que tiene fácil arreglo.

 

Fco. Javier Garcia Sobrediela


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